domingo, 31 de octubre de 2010

Una Catrina en el planeta

Es la noche de los muertos, y tenemos frente a nosotros un engendro misterioso, que no tiene muy buenas intenciones. Es una Catrina que se parece sospechosamente a mí.

Ha venido a llevarse a Folini. Estamos paralizados por el miedo, y yo más que nadie. No podemos hacer nada. Ni siquiera nos atrevemos a mirarle a los ojos. Sólo queremos que se vaya, para poder librarnos para siempre de esta horrenda visión.

7 comentarios:

Teleñeca dijo...

¿Quieres decir que se lo va a llevar??
Pero vais a dejarlo en sus manos... :s

Irina. dijo...

Y mira que yo decía: ¿Dónde he visto ese sombrero? ¡Vaya alucinación de una tarde de domingo! Eso sí, ¡Olipécico guapísimo!

G. dijo...

¡Pero haced algo! ¡Salvad a Folini!!

Irina. dijo...

"¿Nos olvidamos, a veces, de nuestra sombra o es que nuestra sombra nos abandona de vez en cuando?

Hemos abierto las ventanas de siempre. Hemos encendido las mismas lámparas. Hemos subido las escaleras de cada noche, y sin embargo han pasado las horas, las semanas enteras, sin que notemos su presencia.

Una tarde, al atravesar una plaza, nos sentamos en algún banco. Sobre las piedritas del camino describimos, con el regatón de nuestro paraguas, la mitad de una circunferencia. ¿Pensamos en alguien que está ausente? ¿Buscamos, en nuestra memoria, un recuerdo perdido? En todo caso, nuestra atención se encuentra en todas partes y en ninguna, hasta que,de repente advertimos un estremecimiento a nuestros pies, y al averiguar de qué proviene, nos encontramos con nuestra sombra.

¿Será posible que hayamos vivido junto a ella sin habernos dado cuenta de su existencia? ¿La habremos extraviado al doblar una esquina, al atravesar una multitud? ¿O fue ella quien nos abandonó, para olfatear todas las otras sombras de la calle?

La ternura que nos infunde su presencia es demasiado grande para que nos preocupe la contestación a esas preguntas.

Quisiéramos acariciarla como a un perro, quisiéramos cargarla para que durmiera en nuestros brazos, y es tal la satisfacción de que nos acompañe al regresar a nuestra casa, que todas las preocupaciones que tomamos con ella nos parecen insuficientes.

Antes de atravesar las bocacalles esperamos que no circule ninguna clase de vehículo. En vez de subir las escaleras, tomamos el ascensor, para impedir que los escalones le fracturen el espinazo. Al circular de un cuarto a otro, evitamos que se lastime en las aristas de los muebles, y cuando llega la hora de acostarnos, la cubrimos como si fuese una mujer, para sentirla bien cerca de nosotros, para que duerma toda la noche a nuestro lado."

OLiverio Girondo.

Oli dijo...

¡Gracias por el texto! Este año tocaba un Halloween más exótico importando terror de otros países.

¡A ver qué se le ocurre a los olitas para salvar a Folini!


OLI I7O

Eynar Oxartum dijo...

Um, llego un poco tarde, menos mal que los olitas no me estaban esperando para que arreglara el problema. ¡Me ha encantado esto de difundir nuevas ideas jalogüinescas de otros parajes!

jaramos.g dijo...

Felices fiestas, amigo Oli. Y que el año que entra se porte bien y puedas cumplir todos tus deseos. Un abrazo.