Teniendo en cuenta que, por lo que parece, al final los distintos camiones de reciclaje acaban todos mezclado en el mismo sitio... pues 'todo lo demás' es como la vida misma: todos al hoyo y punto.
La mayoría de "todo lo demás" es materia orgánica con la cual se hace un compost estupendo después de pasar por un proceso de putrefacción. El proceso se acelera con lombrices de tierra, que lo dejan a punto para poder plantar nuestras patatas allí donde sólo había porquería.
Yo no tuve suerte, las 300 lombrices de tierra que contraté en Vallecas consideraron que el pH de mi compost no llegaba al valor mínimo legal, y tras dos semanas de huelgas y manifestaciones por mi terraza abandonaron la empresa por considerar que no les garantizaba las condiciones de trabajo mínimas requeridas por el sindicato de anélidos.
Actualmente estoy en fase de reformas en la compostadora para ver si puedo contratar otros anélidos, pero por falta de subvenciones gubernamentales mis desechos orgánicos siguen su proceso natural de putrefacción sin la asistencia de mano de obra cualificada.
Bueno, aunque se me ha ido un poco la olla con este comentario, no se me ha ido tanto como parece, en realidad estoy contando hechos reales que tuvieron lugar el pasado mes de junio.
El misterioso planeta Oli ha despertado el interés de toda la comunidad científica. Y sí, parece ser que hay vida, pero aún está por descubrir si esa vida es inteligente. Por lo pronto, se han encontrado varios habitantes que muestran, a su manera, cómo es ese planeta.
Si alguien desea comunicarse con el planeta Oli, puede enviar una sonda a:
mail@planetaoli.com
(Pincha sobre ellos)
EL ASTRÓNOMO:
De tanto que se ha dedicado a estudiar el planeta Oli, ha pasado a modificarlo él mismo y, por tanto, convertirse en un habitante más.
STABOLI:
No puede hablar. Cada vez que escucha o lee una frase siente el impulso de dibujarla, por disparatada que sea. Es su forma de comunicarse.
OLIPÉCICO:
De tantas vueltas que le da a las cosas, ha perdido todo el pelo. Pero, además de plantearse ciertas cuestiones, también trata de hallar sus respuestas.
FOLINI:
Hay quien califica su obra como "arte y ensayo", pero casi todo el mundo la llama "ensayo", a secas.
CARACOLI:
Es un cruce entre el ADN de un caracol y el que quedó de Caceroli tras su muerte. Tiene la personalidad de éste, pero con más taras aún.
FIOLINDA:
Es la flor parlanchina, surgida como resultado de plantar una víscera de Olipécico. Sabe hacerse oír.
CACEROLI (fallecido): Era imprevisible. Cuando se le iba la olla, no era en sentido figurado. Nunca hay que hacer caso de lo que decía.
MONOLITO (ido):
Viajó por numerosos planetas, y conocía mucha información del exterior. Que supiera transmitirla era otra historia.
4 comentarios:
Je,je,je,je,jeeeeeeeeee...
¿Al contenedor negro de "difíciles de reciclar"?
Teniendo en cuenta que, por lo que parece, al final los distintos camiones de reciclaje acaban todos mezclado en el mismo sitio... pues 'todo lo demás' es como la vida misma: todos al hoyo y punto.
La mayoría de "todo lo demás" es materia orgánica con la cual se hace un compost estupendo después de pasar por un proceso de putrefacción. El proceso se acelera con lombrices de tierra, que lo dejan a punto para poder plantar nuestras patatas allí donde sólo había porquería.
Yo no tuve suerte, las 300 lombrices de tierra que contraté en Vallecas consideraron que el pH de mi compost no llegaba al valor mínimo legal, y tras dos semanas de huelgas y manifestaciones por mi terraza abandonaron la empresa por considerar que no les garantizaba las condiciones de trabajo mínimas requeridas por el sindicato de anélidos.
Actualmente estoy en fase de reformas en la compostadora para ver si puedo contratar otros anélidos, pero por falta de subvenciones gubernamentales mis desechos orgánicos siguen su proceso natural de putrefacción sin la asistencia de mano de obra cualificada.
Bueno, aunque se me ha ido un poco la olla con este comentario, no se me ha ido tanto como parece, en realidad estoy contando hechos reales que tuvieron lugar el pasado mes de junio.
¡Qué grande, Eynar! Cómo has hilado de bien la metáfora... :D
OLI I7O
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