Está comprobado: cuando sale la torre Eiffel en cualquier película, automáticamente decimos: "Paríiiisss". Igualmente, cuando sucede algo inexplicable, nos aferramos a la intuición para tratar de darle una explicación a eso, que yo llamo "lo otro", para no tener que buscar nombres rebuscados, como hace mucha gente.
Me acuerdo de Lula. Ella me recordó que después de aquel verano, vendría un otoño. Te echo de menos. Te recuerdo entre mis manos, como una víscera, parte de mí. Recuerdo cómo diste sentido a lo otro.
¿Quién marca los límites de la amistad verdadera? Ahora entiendo que tengo mucho de ti.
domingo, 18 de abril de 2010
Lo otro, existe
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2 comentarios:
AY, siempre hay una puerta secreta que nos conduce a "lo otro". Lo malo es cuando llegamos allí y nos quieren poner botones en los ojos.
Hablando de París... ayer vi Madrileños por el mundo y salió Casabanca. Me reí porque cuando a una parejita le preguntaron si volverían a Madrid, respondieron: "Siempre nos quedará Madrid".
Y hablando de tu entrada... ¿Caracoli cocina algo?
Caracoli no sabe cocinar (bastante tenía el pobre con su pésimo sentido de la orientación, como sabes), pero Folini sí que sabe. O algo parecido.
A muchos les quedará París, o Madrid, pero a los olitas siempre les quedará su planeta, que no es poco.
OLI I7O
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