Gaga a gogó

Conocida a raíz de la fiebre politonera (o poligonera), y encumbrada esta semana por la victoria en los Grammys en la categoría de Mejor Álbum de Electrónica/Dance, no me queda más remedio que rendirme ante la diva entre las divas, la singular, atípica y estrafalaria Lady Gaga.

Si os parece extraña mi indumentaria, esperad a conocerla a ella.

Con apenas 24 años, Lady Gaga tiene una biografía digna de película. Criada en el Lower East Side, el barrio neoyorquino hervidero de artistas (que se ve al fondo de la portada de su último disco), Lady Gaga aprendió a tocar el piano de oídas desde los 4 años. Entonces, se tomó en serio su formación y asistió a las más prestigiosas escuelas de música de la ciudad hasta que se puso a dar bolos en diversos tugurios del LES.

Alguien comparó su el estilo con el de Freddy Mercury, lo que le hizo adoptar el seudónimo "Lady Gaga" (sí, por esa canción). Poco a poco fue conociendo gente del mundillo, grabando canciones y dando más bolos hasta que le llegó su oportunidad. Su casta estrambótica le ha llevado a diseñar su propia ropa para sus espectáculos, hacer correr todo tipo de rumores sobre su entrepierna y, en definitiva, no dejar indiferente a nadie.

Yo soy uno de sus abducidos. Sus cimientos artísticos y su frikismo se hacen notar en este vídeo (atentos al "momento pierna" o al final). No sé qué será lo próximo, paraíso o infierno, pero a esta chica le sobra talento, y excentricidad, para no ser una más.