Hola a todos. Soy el Astrónomo.
Caracoli ya ha desenterrado por completo el objeto misterioso que estaba enterrado en el subsuelo del planeta Oli.
Se trata de un platillo volante, que resulta que siempre había estado aquí. Incluso estaba en la mismísima cabecera de estos informes. ¿Cómo no me he dado cuenta hasta ahora?
Está en perfecto estado, a diferencia de este otro platillo que encontramos hace tiempo. Por eso, y debido a las crisis que últimamente está teniendo Monolito, hemos decidido que lo utilice para volver con sus amigos babuinos a la Tierra, o a donde quiera ir. Es un piloto experimentado y está capacitado para llegar a cualquier rincón del universo.
El próximo informe que nos envíe será el último. Al menos, él podrá despedirse, no como el pobre Caceroli.
miércoles, 1 de julio de 2009
El platillo volante
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4 comentarios:
Buen viaje! Cuidado con la operación salida y con la subida del carburante...(igual me equivoco y estamos ante otro invento del bueno de doc)
Oh, vaya... le echaremos de menos.
Todo esto me recuerda a una historia real, la de mi mono Félix. Cuando mi familia vivía en India teníamos un mono que mi padre compró en un mercado en Delhi. Estuvo con nosotros casi dos años, pero al final, cuando fuimos a Hampi (ciudad donde los monos son sagrados y andan sueltos, como las personas), empezó a echar de menos estar con sus semejantes. Pasó una crisis que fue evidente para todos, porque nosotros éramos su familia, y él estaba muy triste entre dos mundos. Pero al final superó su depresión y se fue con sus amigos. La última vez que le vimos estaba feliz con los otros monos, y se acercó a saludarnos, sin miedo, porque sabía que le íbamos a dejar ir donde él se sintiera mejor.
¡Joder, la realidad supera la ficción! ¡Qué historia más chula!
¡Seli! Aún no se ha inventado el condensador de fluzo y dudo que Monolito pueda viajar en el tiempo, pero veremos (o no veremos) qué le depara el futuro.
OLI I7O
Ay, vaya, ahora que yo le había cogido cariño vamos a tener mono de Monolito. Porque feo es feo de narices, el pobrecillo, pero parece buena gente y está tan triste... a ver si le hace feliz estar con sus amiguitos.
Con la de veces que al entrar aquí he escuchado "BIP, BIP, BIP", mira que no caer en que la cosa enterrada era un platillo...
Y qué historia tan bonita la de Heynar y su mono Félix.
Volveré a despedirlo.
(winningu)
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