miércoles, 25 de febrero de 2009

Oposición

No suelo hablar de política, pero el asunto de la dimisión de Bermejo me hace considerar el papel del principal partido de la oposición, el PP (algo que está precipitando mi calvicie).


Si ser partido de la oposición consiste en poner cuantas más zancadillas mejor al partido que gobierna, entonces ¿esa estrategia no contraviene, de alguna forma, los intereses del país? Con respecto a lo de Bermejo, y por parte del PSOE, ¿dónde empieza la ingenuidad y dónde la honestidad? Por parte del PP, que bastante tiene con lo suyo, ¿dónde empieza el cinismo y dónde el marketing democrático?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es casi mejor no preguntarte todas esas cuestiones tan feas... La política cada día que pasa me parece lo más corrosivo que ha inventado el hombre, después, claro, del salfumán y Mercedes Milá.

abrazos muchos Oli!
Gracias por tu mensaje de la otra noche, pero no vi la ceremonia, finalmente... demasiado tarde.

Anónimo dijo...

Esto hay que hablarlo con unas cañas...

Anónimo dijo...

El poder lo anteponen por completo a los intereses del pais. Me da igual pp, psoe o cualquier otro. Hay pocos que sean honestos de verdad y que interpreten que su cargo es unica y exclusivamente para hacer que la vida de los que gobiernan mejore. La politica se ha convertido, si es que alguna vez fue algo distinto, en demagonia y marketing.