Ayer tuve una mini-comida familiar express. Durante la misma, mi padre se puso a contar un chiste. Como él es un buenazombre de autoridad, todos guardábamos silencio escuchándole. Sin embargo, como suele suceder en esos casos, resultó que lo más divertido era lo que sucedía alrededor.
Mi tía le pasaba salsa a mi hermana mientras ésta le daba las gracias en silencio abriendo mucho los ojos y apretando los dientes. Mi hermano le pedía pan a mi cuñaaaoo con gestos para no interrumpir a mi padre. Mi padre se concentraba en no equivocarse con la frase final, porque era de esos chistes que, si te equivocas en una palabra, lo jodes.
Yo me fijaba más en todo esto y me perdí el final del chiste.
1 comentario:
Me imagino a tu padre soltando entre medias del chiste un "Olivares que le veo" como el anuncio de las cornubianitas...
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